Recuerdo mi llegada a New York City, en la tarde de Junio 7, en el unico vuelo directo desde Rockford, Illinois. Manhattan brillaba como una joya, aunque parecia pequeña, como una joya que se podria sostener en una mano o poner en un bolsillo. Yo pensaba, esta es la ciudad que voy a conquistar. En ese momento, suspendido sobre los altos edificios y las islas y viendo los reflejos plateados del agua, no parecia ser dificil.
No creo haber estado atemorizado hasta que estuve solo en el departamento esa noche y las sirenas comenzaron a sonar. Las sirenas simplemente no comenzaron y pararon, ellas continuaban sonando eternamente, mientras las ambulancias eran conducidas alrededor del bloque. Mire a traves de la ventana para ver que sucedia, esperando cierta clase de histera, pero la gente en las calles parecia calma. La ventana daba a la interseccion de dos calles principales, y se podia ver hacia afuera como viendo una television, hera tanto lo que sucedia.
No pude dormir y estuve despierto por horas, viendo corriente amarillas de taxis corriendo alrededor con sus luces encendidas, como si estubieran buscando amigos. Habia tanta gente en las calles, despues de medianoche, y ninguna de ellas me conocia. En Rockford, habia menos gente pero a ninguno de ellos les agradaba o me conocian, excepto como el unico muchacho en la escuela dediseño de ropa in mi universidad.
Yo no estaba supuesto a estar solo en New York. Tenia dos amigos, Simon y su novia, ellos estaban supuestos a mostrarme por unos pocos dias la ciudad antes de irse a Europa, yo paraba en su departamento. Elos fueron los mismos que me consiguieron mi internado de verano en el distrito de los diseñadores. Teniamos todo arreglado, excepto por mi llegada tardia debido a que mi hermano habia roto dos dedos de la mano a su novia y ella habia presentado cargos esta vez y mi madre me pidio que me quedase para hablar con un abogado. Por eso es que llegue solo a New York.
Recuerdo todo acerca de mi primer vuelo, todo lo que vi o senti. Apenas dieron la una en punto, me maree y fui derecho a la cama, somnolientamente pense en mi viaje en autobus desde el aeropuerto y acerca New York. Pensaba acerca de todos los nocturnos lugares glamorosos y como me meteria en un taxi y pediria de ser llevado a ellos, y a quien podria conocer en esos sitios. Pero estaba atemorizado de que los taxis me llevaran alrededor y alrededor entre sirenas, sin dejarme salir de los mismos o retornarme a mi hogar.